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Propietarios de estaciones de servicio irán al Congreso por una ley que regule la comercialización, transparentar el sistema, generar competencia leal y recuperar bocas de expendio

La entidad que nuclea a los propietarios de estaciones de servicio de todo el país concurrirán mañana al Congreso para reclamar una ley que regule la comercialización de combustibles, para transparentar el sistema, generar competencia leal y recuperar las 2.000 bocas de expendio que se cerraron en la última década.

Al encuentro -que se realizará a las 17 en la Comisión de Energía y Combustibles de la Cámara de Diputados- concurrirán los directivos de la Confederación de las Entidades de Comercio de Hidrocarburos (Cecha), encabezados por el secretario Oscar Díaz.

También asistirán a la comisión los dirigentes del Sindicato de Obreros y Empleados de Estaciones de Servicios, que conduce Carlos Acuña, uno de los líder de la CGT, quien presentará un trabajo de su gremio en el que se resalta el efecto del sistema de venta directa que se registra en el mercado y que significaría la venta de 20 millones de litros por mes que pone en riesgo más de mil puestos de trabajo.

El dirigente de Cecha anticipó que presentarán a los legisladores el borrador de un proyecto de regulación de la comercialización de hidrocarburos “que permita transparentar la actividad de las estaciones de servicio, un sector compuesto en su gran mayoría por pymes e importantes generadoras de empleo”.

“Es necesario ordenar el mercado a través de una legislación que fije un marco legal a la actividad, generando competencia entre actores de un mismo segmento y capacidad económica”, dijo el directivo al reclamar “condiciones comerciales mínimas y homogéneas para los contratos de abastecimiento y exclusividad”.

De esta manera, Díaz demandó que se “impida que las petroleras puedan imponer a las estaciones de servicio, precios de venta al público, márgenes de ganancia o cualquier otra condición comercial, de manera tal que el estacionero pueda administrar su propio margen en función de sus costos operativos y las condiciones del mercado”.

“En los últimos trece años el sector de las estaciones de servicio ha atravesado un proceso paradójico. Por un lado la demanda de combustible se incrementó en forma significativa, impulsada por el aumento de la actividad económica y del parque automotor, pero al mismo tiempo desaparecieron más de 2.000 estaciones de servicio”, aseguró el dirigente de Cecha.

Para los estacioneros el origen del problema es que el crecimiento de los costos operativos fue muy superior al incremento de los ingresos, en un contexto de congelamiento del precio de los combustibles durante más de cuatro años que llevó a que el ingreso de las estaciones de servicio permanezca en los mismos términos reales.

También llamaron la atención por “los costos operativos que no pararon de crecer y también se generaron nuevos como los relativos al tema ambiental, seguridad, gastos financieros”, además de “una incidencia significativa de los salarios en la ecuación de las estaciones de servicio”, destacó Díaz.

Las condiciones del mercado en el que existen básicamente dos sistemas de comercialización: el sistema Consignado y el sistema de Reventa, pero que ninguno de los dos tiene la posibilidad -por condicionamiento de las petroleras- de trasladar el incremento de sus costos al precio, lo cual en determinadas circunstancias lo puede llevar a un ahogo financiero.

A modo de ejemplo, las empresas expendedoras señalan que en el período marzo de 2014 a marzo de 2017, el precio de la nafta súper subió 82,80 % y los salarios de convenio del sector subieron un 182,75 %; mientras que de marzo de 2016 a marzo 2017, el precio de la nafta súper creció 24,55 % y los salarios del sector 42%.

Otro antecedente que habría incidió negativamente fue la posibilidad de que las empresas petroleras operen en forma directa en la venta, obviando la intermediación de las estaciones de servicio y entregando los combustibles directamente a los grandes usuarios, en particular en zonas rurales de producción y a las empresas que demandan a granel.

Para Díaz, la venta directa “generó una suerte de competencia desleal de las petroleras con sus propias estaciones abanderadas”, e incluso advierten desde el sector que algunas empresas “además captan clientes a través de ventas directas a costa de las estaciones de servicio, utilizando por lo general un sistema de descuento”.

“Todo esto dentro de un marco de falta de regulación de la actividad”, enfatizó el directivo de Cecha al plantear que “el vacío legal permite que las petroleras impongan en forma unilateral las condiciones contractuales, y en este contexto el margen del operador se convierte en una variable a ser utilizada para lograr una mayor competitividad en el mercado”.

Télam