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La producción de biocombustibles con aceites vegetales (principalmente de soja) o procesados a partir del maíz y la caña de azúcar, registró un importante aumento de 38,7% en el primer bimestre de acuerdo a cifras del Ministerio de Energía y Minería y este sector perfila un nuevo año récord ligado, básicamente, a la mayor cosecha de granos.

En el período enero-febrero la elaboración de biodiésel creció 38,7% con respecto a los primeros dos meses, hasta un nivel de 352.235 toneladas, según registran las estadísticas del Ministerio de Energía y Minería.

Para el bioetanol, en tanto, los datos oficiales registran un incremento interanual en el primer bimestre de 23,8%, hasta un nivel de 164.351 metros cúbicos.

Las empresas y cámaras del sector confían en el repunte de la economía local y en la próxima reapertura del mercado europeo a las exportaciones argentinas, como factores compensadores del freno en las ventas de biodiésel a Estados Unidos, hasta que se resuelvan acusaciones sobre presunto dumping.

Los volúmenes destinados al mercado interno en enero-febrero, por lo pronto, justifican las expectativas favorables de los empresarios del área: para el biodiésel el aumento en las ventas fue de 67% frente al mismo lapso de 2016.

El incremento en el bimestre -que se añade a la suba de casi 47% experimentada durante el año pasado- se sustentó principalmente en la obligación de corte del gasoil establecido en 10%.

Hasta 2014 la proporción era de 5% pero desde entonces se aceleraron las inversiones y creció sustancialmente la capacidad productiva, por lo cual la Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biodiésel (Cepreb) alienta una suba del corte hasta 12%, como ya rige para el bioetanol.

En los ministerios de Energía y Minería, Agroindustria, Producción y Transporte trabajan desde hace meses para lograr consensos que eleven aún en mayores magnitudes los porcentajes de mezcla con combustibles fósiles, y los más optimistas creen que sería posible llegar hasta 20% en los próximos años.

La proyección del biotenol, en ese caso, sería aún superior a la reciente: luego del salto en la producción de 9,1% a lo largo de 2016, en el primer bimestre el volumen producido en base a maíz creció algo menos de 6% interanual, pero el elaborado a partir de caña de azúcar aumentó casi 58%.

Si bien el interés de los productores de biocombustibles todavía no coincide plenamente con el de las refinerías de hidrocarburos y los fabricantes de automotores, se cree que un hito próximo en la materia se produciría a partir del impulso en las flotas de transporte público en ciudades de alta densidad del interior del país.

En forma confluyente, a fines de abril la fábrica de camiones Scania Argentina informó que concluyó “exitosamente”, junto con la empresa de servicios urbanos Cliba, la prueba del primer camión recolector de residuos impulsado en un 100% con biodiesel, con una importante reducción de gases de efecto invernadero.

Además de las perspectivas internas, el sector de biocombustibles se beneficiará con la reanudación, en tres meses más, de la exportación a la Unión Europea (UE), luego de que ese grupo de países se adecue a lo dispuesto por la Organización Mundial del Comercio (OMC), al determinar que la producción local no se enviaba aplicando dumping.

Pese a las malas noticias provenientes de Estados Unidos y a la espera de los datos del primer trimestre, que el Indec difundirá a fin de este mes, los empresarios y funcionarios del área manejan datos preliminares según los cuales la producción de bioetanol superaría ampliamente este año las 900.000 metros cúbicos, mientras lo esperado para el biodiésel no baja de los 2,8 millones de toneladas.

Télam