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La petrolera semipública YPF desistió de perforar unos 14 pozos en el megayacimiento convencional de Loma La Lata, en Neuquén, debido a un conflicto con la comunidad mapuche

Voceros de la compañía estatal en la provincia patagónica informaron que la firma tuvo que levantar dos equipos de perforación del megayacimiento de gas Loma La Lata y suspender un proyecto de perforación. Esta decisión llegó tras no aceptar el pago de una suma millonaria reclamada por representantes de la comunidad Kaxipayiñ a la empresa, dijeron las mismas fuentes corporativas.

Junto a la comunidad mapuche Paynemil, la Kaxipayiñ está radicada en la zona del yacimiento petro-gasífero desde al menos principios del siglo XX.

De acuerdo a la versión empresarial se trata de una metodología extendida en la industria en la que se acuerda con las comunidades el pago de una cifra por cada pozo a perforar.

En 2016, para el yacimiento Loma La Lata, la petrolera habría acordado un pago cercano a los $ 1,4 millón por cada nuevo pozo, pero la exigencia para este año sería de tres veces más, por lo que la compañía se negó.
El vocero de la comunidad Kaxipayiñ, Gabriel Cherqui, aseguró: “Nosotros no estamos en contra del desarrollo. Queremos que las cosas se hagan bien y que no se contamine”.

Las comunidades mapuches avanzan, en tanto, en una denuncia penal por contaminación en el yacimiento Loma La Lata y afirman que llegaron a la Justicia Federal porque las autoridades provinciales no dieron curso a sus reclamos.

“Son los mismos referentes de las comunidades Kaxipayiñ y Campo Maripe quienes abandonaron el diálogo y los acuerdos de paz social vigentes al impedir las actividades de caracterización y saneamiento de situaciones ambientales en Loma la Lata y obstruir el normal desenvolvimiento de las operaciones de la empresa”, sostuvo YPF en un comunicado.

Por otro lado, un grupo de operarios de la firma contratista Seave tomó ayer una de las plantas de la compañía petrolera china Sinopec, ubicada en la localidad de Cañadón Seco, Santa Cruz, lo que afectaba las operaciones normales por “conflictos ajenos a la empresa”, que no quisieron detallar.

El cronista