Operadores de la industria petrolera y gasífera confían en que el Ministerio de Energía y Minería modifique regulaciones actuales y rehabilite las exportaciones de gas a Chile, y facilite envíos a Brasil en el mediano plazo
“La exportación a Chile es un tema que hay que abrir lo antes posible”, dijo Alberto Laverán, director de Dow Chemical, mientras Jorge Dimopulos, director de Desarrollo de Negocios de Tecpetrol afirmó que “tenemos un mercado regional en el Cono Sur que se debe interconectar con cierta libertad para que sea más eficiente y se promueva el mayor desarrollo”.
Al hablar durante la Shale Gas & Oil Summit, en un hotel del centro porteño, los empresarios proyectaron asimismo la necesidad de instalar mega reservorios que sustenten un mercado de futuros del fluido, a medida que aumenta la oferta por la creciente producción de Vaca Muerta.
Dimopulos, directivo de la compañía hidrocarburífera del Grupo Techint, consideró que “no habilitar la exportación durante el período estival lo único que va a lograr es que el gas sea más caro para la Argentina y el desarrollo menor”.
“Un tema para legislar o introducir en el mercado futuro del gas es la libertad de comercialización lo más rápido que se pueda con los países vecinos”, remarcó.
Dimopulos exhibió proyecciones hasta el invierno de 2019 y afirmó que “en ese período tenemos un excedente posible para el gas en el verano de 2018-19”.
“Ese cálculo no es más que sumar anuncios propios y otros de la Cuenca Neuquina, de empresas que están lanzando pilotos de gas o de petróleo volátil asociado”, indicó el ejecutivo de Tecpetrol.
“La sumatoria esperada -puntualizó Dimopulos- es que se van a explotar 250 pozos en 2018 y sólo de petróleo van a ser 66, mientras YPF tiene una actividad que seguramente va a estar por encima de los 100 pozos en Vaca Muerta”.
El ejecutivo admitió que su expectativa de producción -que pasaría de 125 millones de metros cúbicos diarios (Mm3/d) en enero pasado, a 155 millones en mayo de 2019- es “optimista”, pero se sustenta en las previsiones de productividad, asume la declinación de la oferta de gas convencional, sobre todo en la Cuenca Neuquina, y no afecta la oferta de Bolivia.
Laverán, por su parte, sostuvo que “el gobierno tiene que ir desandando ciertos caminos instalados en los últimos 10 años” y confió en que regulaciones como la resolución 1410/2010 del Enargas (que fija el procedimiento para la oferta y demanda del fluido) “van a ser desactivadas cuando el mercado sea capaz de absorber estas variaciones”.
“Hay que empezar a entender que los próximos 10 años no se tratarán sobre la salida de la crisis; como industria quisiera dejar de pensar a seis meses y tener una conversación con mis pares sobre cómo exportar gas, urea o metanol a San Pablo”, expresó el directivo del grupo de empresas químicas, petroquímicas e insumos agrícolas más grande del país.
Laverán agregó que “no vamos a llegar a San Pablo hasta el día en que lo ofrezcamos; y hoy no lo piden porque no lo tenemos, pero físicamente es posible”.
El director de Dow Argentina promovió además la creación de un mercado de futuros para el gas, ya que hoy “se negocia cada contrato sobre el pucho y eso no permite la financiación estable de ningún tipo”.
“Cuando se empiecen a generar reservorios, ese mercado va a poder empezar a hacer posiciones futuras, y trabajar para estabilizar precios a lo largo del año”, consideró Laverán.
Insistió luego en que “sin una suficiente demanda no se va a generar masa crítica para que los costos de producción bajen”, y en ese marco, “el almacenamiento es uno de los bloques de demanda que vamos a necesitar en el mediano plazo, ya que en la temporada de verano habrá excedentes de gas, lo que va a generar una tensión en el sistema”.
Laverán alentó finalmente “estructuras de estabilidad de precios que nos permitan calzar proyectos con los productores”, a través de contratos futuros, y pronosticó que Bahía Blanca y Neuquén, entre otros, “serán lugares clave donde se va a concentrar la oferta”.
Télam
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