z.system – Sistema de facturación, administración y contabilidad para estaciones de servicio – Control de surtidores Gilbarco y Wayne

Aunque el peso se devaluó, no había ajuste el mes próximo como estaba previsto.

Durante la semana pasada, en las petroleras existía casi una certeza sobre el precio de los combustibles en julio. La predicción era que subirían, ya que el importe de naftas y gasoil está determinado por una fórmula, en la que incide el tipo de cambio. Y el dólar se devaluó un 6% durante este trimestre.

Sin embargo, en el Gobierno comenzaron a mandarles señales a las petroleras en sentido contrario. “Es cierto que se devaluó el dólar, pero también bajó la cotización del crudo a nivel internacional y los petróleos locales”, les hicieron saber los funcionarios a directivos petroleros, con diferentes palabras.

Con el calendario electoral avecinándose, el Gobierno está menos proclive a darle luz verde a incrementos de precios regulados. Y aunque el importe de los combustibles es “libre”, el Poder Ejecutivo suele tener voz y voto. YPF, la principal petrolera del país, es de mayoría estatal (51%).

Los mismos que antes daban un aumento por descontado, en estas horas se muestran mucho más escépticos. Creen que los espera una larga negociación. En el mejor de los casos, estiman que se llevarán un incremento del 3%. Pero también asumen que el Gobierno puede postergar todo hasta después de las elecciones.

Los oficialismos suelen utilizar los importes de los combustibles como una variable electoral. En 2013, el Frente para la Victoria congeló aumentos hasta las elecciones. Una vez que pasó el turno electoral -perdieron en los principales distritos del país- avalaron dos aumentos.

En el Poder Ejecutivo conocen las razones técnicas que jugarían a favor del aumento y que están vinculadas al retroceso del peso frente al dólar. En abril, cada dólar estaba a $ 15,60 y ahora pasó a $ 16,60. Eso implica que las petroleras necesitan más pesos para comprar crudo, ya que las transacciones para ese commodity se pactan en moneda estadounidense y se pagan a tipo de cambio oficial.

La última vez que el ministro de Energía, Juan José Aranguren, se refirió al asunto, habló de una oscilación de 3% para arriba o para abajo. Aunque su cartera es la que dialoga con las petroleras, desde Jefatura de Gabinete ya habría una indicación para que el ministro encuentre una salida técnica para impedir el aumento, según indicaron desde el sector.

Clarín