La petrolera estatal compró una empresa que contaminó un río y la limpieza del mismo llegaría a unos 5.500 millones de dólares
La disputa involucra a la petrolera YPF y al estado de New Jersey y hay estimaciones que hablan de 5.500 millones de dólares en danza.
Para YPF, la historia comenzó en 1995, cuando la petrolera compró Maxus Energy Corporation por 762 millones de dólares.Esa empresa, a su vez, había adquirido en 1983 Diamond Shamrock Chemicals, que producía “agente naranja” entre otros productos químicos tóxicos. Ya en la década del 80, la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA, por sus siglas en inglés, había comenzado a analizar los niveles de contaminación en el río Passaic.
El año pasado ocurrieron dos hechos clave: en primer lugar, la EPA puso sobre la mesa un plan para limpiar el río, lo que implica drenar unos 3,2 millones de metros de metros cúbicos de suelo contaminado. La tarea costaría alrededor de 1.400 millones de dólares, pero hay cálculos oficiales que hacen subir la cuenta a 5,5 mil millones.
El 17 de junio pasado, ya durante la gestión de Macri y poco antes de que asumiera al frente de YPF el nuevo CEO, Ricardo Darré, Maxus Energy Corporation, se presentó en concurso preventivo en el Estado de Delaware, algo que la conducirá a la quiebra. El pedido de convocatoria, contemplaba un acuerdo mediante el cual YPF Holdings le pagará a Maxus y a otras empresas relacionadas 130 millones. También le concederá un préstamo de 63,1 millones. Con esa acción, la petrolera estatal esperaba sacarse de encima el conflicto ambiental en New Jersey.
Pero ahora, la Legislatura de ese estado norteamericano y otras empresas involucradas cuestionan el pedido de quiebra. Aseguran que YPF llevó adelante un plan premeditado para vaciar Maxus y forzarla a la quiebra, de manera de “zafar” del pago de la limpieza del río.
Otra medida que tomó YPF durante la gestión de Macri alertó y enojó a los legisladores de New Jersey: fue cuando emitió deuda por más de mil millones de dólares en Wall Street en marzo pasado. Consideraron con esa acción que la quiebra de Maxus no fue “limpia”.
“La evidencia acumulada sobre el fraude cometido por YPF contra los contribuyentes estadounidenses muestras que Macri tiene mucho que explicar”, señalaron los legisladores estatales Bob Smith y Tim Eustace en una nota de opinión publicada en un diario local.
Además, los legisladores advirtieron que “se trata exactamente del tipo de malos acuerdos contra los que Donald Trump hizo campaña como candidato y que su gestión ahora necesita deshacer”.
Ahora el gobierno estadounidense se metió en el conflicto: está cuestionando la quiebra de Maxus en una corte de Delaware. Y advierte que los costos por la limpieza del río en cuestión llegaría a unos 5.500 millones de dólares. Si Maxus fuera encontrada responsable, la cuenta podría tener que ser pagada por YPF. Está en juego -aproximadamente- nada más ni nada menos que alrededor del 20 por ciento del valor de la compañía petrolera estatal.
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